DIVERTICULITIS DEL COLON

El colon es el sitio más común de formación de divertículos en el tubo digestivo. Cuando los divertículos no están inflamados, el proceso se conoce por diverticulosis; cuando se añade inflamación, se usa entonces el término diverticulitis. Estas “herniaciones mucosas” se desarrollan en los puntos débiles de la pared del colon bajo el influjo de la presión intraluminal aumentada. El estreñimiento ha sido citado con frecuencia como un factor importante que aumenta la presión intracolónica.

Cuando no existe inflamación de algún divertículo, muchas veces los pacientes se encuentran asintomáticos, o presentan síntomas vagos como dolor mal definido en la parte central del abdomen o en el cuadrante inferior izquierdo, distensión flatulenta y ligera alteración del hábito intestinal. Y una radiografía con medio de contraste puede mostrar la enfermedad.

También se puede demostrar la Diverticulosis mediante una colonoscopía

La enfermedad diverticular con pocos síntomas y sin complicaciones puede tratarse sin cirugía, a base de dieta adecuada y laxantes suaves.  Las complicaciones que pueden presentarse ante esta enfermedad son la Hemorragia, la obstrucción intestinal y la diverticulitis. Esta última varía desde un ataque moderado asociado con dolor en fosa iliaca izquierda, fiebre, y estreñimiento, hasta una enfermedad más dramática que requiere hospitalización inmediata. La mayoría de los pacientes admitidos a los hospitales responden a los antibióticos y ayuno. Después de la recuperación, la mayoría de estos pacientes permanecen bien sin un nuevo cuadro posterior. Sin embargo, algunos de ellos continúan teniendo síntomas, los cuales pueden ser tan importantes o muy frecuentes por lo que requieren tratamiento quirúrgico electivo.

Indicaciones para la Cirugía

Si el paciente se presenta con signos abdominales de peritonitis, con o sin síntomas signos de una infección importante, la necesidad de laparotomía es obvia. La presencia de aire libre en cavidad en la cavidad peritoneal es una indicación absoluta para cirugía, pero solo el 70% de los pacientes demuestran aire libre, cuando hay perforación. Algunos pacientes se presentan con signos de inflamación abdominal que requieren observación estrecha; en estos pacientes, la continuación de evidencias locales y sistémicas de sepsis obligan a la laparotomía. Un enema evacuante puede ser de ayuda para demostrar la extravasación en el colon sigmoides.

El tipo de patología que causa la infección peritoneal debe ser cuidadosamente valorada, ya que de esto depende el tratamiento quirúrgico. La diverticulitis aguda, que causa peritonitis, puede ocurrir de 3 maneras.

1.       Flemón sin perforación (31%)

2.       Absceso (31%)

3.       Perforación libre (o puede estar oculta) (38%)

También debe considerarse la posibilidad de un carcinoma, y de esta manera el tratamiento quirúrgico debe ser tomando en cuenta en esta patología. La incidencia de carcinoma en esta situación ha sido estimada por varios autores tan alta como 25% en pacientes que se presentan como un cuadro de urgencia, con patología aguda inflamatoria del colon izquierdo.

El manejo de pacientes con diverticulitis, constituye un reto para el cirujano, ya que se requiere de un diagnóstico adecuado, una preparación preoperatoria cuidadosa, y la elección del procedimiento quirúrgico que evite mayores complicaciones.  Generalmente en la primera operación (ya que con frecuencia se requieren 2 ó más cirugías) se requiere de una “Colostomia” como parte del manejo quirúrgico encaminado principalmente a tratar la Peritonitis que puede ser fatal.